lunes, 11 de abril de 2011

La fiesta de Iron Maiden en Argentina 2011

Ser fanático de Iron Maiden es algo de lo que estoy muy orgulloso... pero esto vivido en el pasado 8 de abril, de 2011, fue algo memorable, único, algo de lo que me voy a llevar por siempre. No sólo tuve el privilegio de ver por primera vez a una de mis bandas de toda la vida, sino que, además, este show podrá ser revivido en forma de DVD, ¿qué más puede pedir uno?

Ese mismo 8 de abril, empezé mi camino hacia el estadio de Vélez Sársfield en Liniers, Buenos Aires. Dos colectivos y ahí, caminando unas cuadras entre varios otros fanáticos de remeras negras. Gente de todas las edades, algo que no me sorprendió, ya que es sabido de Maiden le ha llegado tanto a adultos como jóvenes e incluso más chicos (había familias con sus hijos bebés también).

Llego, típica larga cola entre las vallas. Me arrimo a la puerta principal, me cortan mi entrada, la ansiedad se apropiaba de mí. Decido hacer una pausa antes de meterme en el estadio, para comprender que estaba a punto de ver a Iron Maiden; no entraba en mi cabeza que este momento que tanto esperaba se iba a hacer verdad. Caminito, escaleras abajo, escaleras arriba, salgo al campo... Ver toda esa gente, ese escenario, con el cielo abierto, la verdad, fue un momento que nunca voy a olvidar, y no lo cambio por nada.


Estaba tocando Barilari, cantante de Rata Blanca, en lo que llegué en sus dos canciones finales. Después de esto, apareció la última banda telonera, Kamelot, con un cantante diferente y con Simone Simmons en los coros femeninos...

Pero dejando de lado estas dos bandas teloneras, que sonaron bastante bien igual, después de mucha impaciencia, se escuchó el clásico 'Doctor Doctor', el tema de apertura de la banda... y ahí arrancó todo:

Satellite 15... The Final Frontier: arranca Maiden. 'Satellite 15' nos deja preparados para lo que viene, acompañado por un vídeo. Y ahí arranca 'The Final Frontier'. La fuerza y la potencia de Maiden en vivo se hizo sentir demasiado en este tema.

El Dorado:
pegado a 'Satellite 15... The Final Frontier', arrancó El Dorado (son como dos temas en uno). Y bueno, acá se fue, literalmente, todo al carajo. Adrenalina y puro pogo en un tema excelente.

2 Minutes to Midnight:
el primer tema clásico de la noche. Esa fuerza y esa magia que hace Maiden, y todo el público cantando 'two minutees to miiiiiidniiiight', algo único

The Talisman:
la verdad que la potencia de Bruce Dickinson para cantar semejante tema sorprende. Demasiado Maiden, demasiada perfección.

Coming Home:
la balada del último disco. Un tema que canté a todo pulmón y la verdad, que después de un pequeño discurso de Bruce, escuchar este tema era motivo para llorarme todo.

Dance of Death:
la crema y nata del recital. La canción donde todo el mundo se copó y en ese puente rápido, se armó ese terrible pogo que fue uno de los mejores en la noche.

The Trooper:
otro clásico más. Por suerte, sin ningún desprecio a la canción por la imagen inglesa que presentaba. 100% Maiden, 100% energía.

The Wicker Man: y todo al re carajo! Ese tema que hace que la gente se quiera hasta subir al escenario a cantar; el campo era un infierno!

Blood Brothers:
la canción emotiva de la noche, coreada y cantada por todo el estadio. Hermoso.

When the Wild Wind Blows:
11 minutos a puro Maiden en su máxima expresión. Si en este punto no estás pasando una de las mejores noches de tu vida, deberías haberte ido con una patada en el ***.

The Evil That Men Do:
un tema que canté a dar no más, por lo que significa; un clásico de Maiden que nunca muere.

Fear of the Dark:
probablemente, el mejor tema en vivo que puede tocar Maiden. Esa canción que todos corean, todos cantan, todos saltan... emotiva y casi perfecta. Gracias Doncella.

Iron Maiden:
ya en este punto, Maiden decide hacer uno de sus primeros temas. Para recordar viejas épocas, y cabe destacar al Eddie gigante. 10 puntos.

ENCORE

The Number of the Beast:
se escucha la clásica lectura del principio; probablemente el clásico más famoso de Maiden, y con mucha razón. El estribillo, a todo pulmón.

Hallowed Be Thy Name: no puede faltar, no, claro que no! Es que en esos casi ocho minutos no puede haber un tema que nunca te canse. Este es el ejemplo perfecto.

Running Free:
Maiden se despedía jugando con el público con este tema. "I'm Running Free Yeah" (silencio de la banda)... "i'm running free!", por parte del público, a más no dar. Iron Maiden, en su octava visita, demostró por qué ama tanto a éste país y porque nos consideró para su próximo DVD.

1 comentario:

Silver_Mat dijo...

Deberias hacer una entrada de como te lo pasaste en el concierto